A través de Vivir para Contarla, nos hace recordar lo importante que es vivir y no sólo estar en el trayecto como un articulo o mueble sino, nos muestra a cambio la narración y el título perfecto para comprender que para estar se necesita ser . Lo que, definitvamente, no solo nos determina sino que, delimita y califica todo lo que se desprende de nosotros; así que hay que vivir para poder expresar, para poder contarnos, para sentir y amar, para no estar como plantas en parque abandonado.
el autor de obras de Cien años de soledad, Crónica de una muerte anunciada, El amor en los tiempos del cólera, entre muchas otras, son, sin lugar a duda, el camino que tuvo que recorrer y la vida que tuvo que acontecerle al autor para que Vivir para contarla haya podido ser , ya que sin vida no hay historias que contar, y sin escritor no hay letras vivas que escribir.
De esta manera, me atrevo a decir que Vivir para contarla, es un libro vivo e independiente de toda pluma o ingenio, ya que no es sino el recuento de todo aquello sucedido que provocó lo que García Márquez es hoy en día, sino el devenir determinado por la voluntad de un hombre que ahora traduce a través de tan majestuoso testimonio.
Vivir para contarla, no es sino la prueba del ejercicio y la aceptación de una decisión ejercida a lo largo de toda una vida, es más que una biografía es sencillamente, el testigo oculto que todos poseemos y que suele ser quien nos cree hasta el final y suele ser a quien con frecuencia pretendemos callar engañados por la vulgaridad y lo mundano.
.
domingo, 13 de abril de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario